Es algo que escuché en un telediario de buena mañana, que me ha hecho reír un rato, según EL PAÍS:
La multimillonaria neoyorquina Leona Helmsley, dueña de una cadena hotelera y conocida como la reina del mal, vuelve a escena a la semana de fallecer: deja 12 millones de dólares (8,8 millones de euros) a su perrita Trouble, lo que la convierte en su segunda mayor heredera, mientras dos de sus cuatro nietos no recibirán un sólo dólar de su fortuna, calculada entre 4.000 y 8.000 millones de dólares. Su hermano, que recibe 15 millones, deberá cuidar a la perrita.
«Instruyo que cuando fallezca mi perro, Trouble, que sus restos sean enterrados al lado de mis restos en el mausoleo Helmsley«, escribió la multimillonaria en su testamento. Según EL PITO DOBLE:
Lo que no dice, es si tiene que enterrarse junto con los 12.000.000 de dólares. Lo más gracioso es que ha desheredado a dos de sus nietos y al pobre del chófer Nicholas Celea en un arranque de generosidad sólo le ha dejado 100.000 dolares, así que algunos deben en este momento de estar profiriendo sabe Dios qué tacos contra la linda perrita y su dueña.
Los dos (de los cuatro nietos) de su hijo fallecido Jay Panzirer, han heredado con la condición de que visiten la tumba de su padre una vez al año. Ha dejado escrito que si no lo hacen, ninguno recibirá un solo centavo de los cinco millones de dólares que le dejó a cada uno.
Helmsley no le dejó nada a dos de los otros hijos de Panzirer (Craig y Meegan Panzirer) por «razones que ellos conocen«, indicó el testamento, seguro que nunca la olvidarán.
El mausoleo, agregó, deberá «lavarse o limpiarse con vapor por lo menos una vez al año«. Ella asignó tres millones de dólares para el mantenimiento de su lugar de descanso final, donde acompaña a los restos de su marido, Harry Helmsley.
Su avaricia era proverbial y cara de ello si que tiene. En cierta ocasión, le ordenó a un vendedor que reescribiera una factura de poco valor, a fin de ahorrar 4 dólares en impuestos. Cuando el empleado quiso hacerle una broma diciéndole que esa suma era insignificante para una mujer de sus recursos, Leona Helmsley le respondió, «Esa es la manera en que los ricos se hacen más ricos«.
Descanse en paz si puede semejante «angelito» de mujer.