Durante la semana pasada apareció la noticia de una niña británica que pace ser que está llamada a converitrse en el próximo gran genio del mundo. Tiene tan sólo cuatro años pero tras aplicarle los tests de inteligencia oportunos se ha podido determinar que su coeficiente intelectual es de 159, tan sólo un punto por debajo de Stephen Hawking. Sin duda una cifra importante, pero que ya intuían sus padres cuando comenzó a dibujar, escribir o realizar operaciones matemáticas apenas pasados los dos años.
Esto ha propiciado que la pequeña ingrese en una asociación especial para superdotados en Reino Unido, para tratar de que su desarrollo intelectual sea el adecuado para su capacidad intelectual. Evidentemente, sus profesores se habían quedado desbordados, pues la niña estába muy por encima del resto de los alumnos. De este modo, su padre, que es profesor de Universidad, espera que pueda continuar con la formación correspondiente a algún curso más, para de este modo, no ponerle límites a su aprendizaje. Además estará en un entorno ideal, rodeada de otros futuros genios, en el que su intelecto recibirá muchos más estímulos. El tiempo dirá hasta donde puede llegar esta jovencita británica. Son muchos los casos de jóvenes talentos que no logran aprovechar su capacidad por diferentes problemas, terminando por desperdiciar lo que se planteaba como un futuro prometedor.
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