Judíos ultra-ortodoxos quiere prohibir los ordenadores

29, May, 2007

Según 20MINUTOS, un grupo de judíos ultraortodoxos ha lanzado una ofensiva para prohibir por completo el uso de ordenadores por considerar que son «el mal disfrazado» y el auténtico «Satán».

Los «gerrer«, una secta hasídica (corriente mística judía) fundada en el siglo XIX, tratan de convencer puerta por puerta a los miembros de la comunidad que poseen un ordenador de los «peligros espirituales» que esto supone para su familia, informa hoy el diario «Haaretz«.

Aunque los ultra-ortodoxos tienen estrictamente prohibido ver la televisión, ir al cine o usar el ordenador, muchos de estos religiosos radicales tienen uno en su hogar.

Un judo ortodoxo reza frente al Muro de las Lamentaciones en Jerusalén. (Foto: AP)

Judío ortodoxo reza frente al Muro de las Lamentaciones en Jerusalén. (Foto: AP, El Mundo)

«La inclinación al mal y el Satán corruptor se han envuelto en un inocente disfraz con forma de ordenador«, decía ayer en un editorial el diario ultra-ortodoxo «Hamodia«, controlado por la secta Ger.

El rotativo critica el «declive espiritual» de la juventud «haredi» (en hebreo, los «temerosos» de Dios), expuesta a imágenes prohibidas en Internet.

Sin embargo, los líderes rabínicos se resisten a prohibir los ordenadores, conscientes de la importante implantación de este avance tecnológico también entre los judíos más religiosos.

Por eso, los hasidim «guerrer«, que ya no aspiran a convencer a los «sabios de Israel» de que impongan este criterio, firman el editorial en nombre de los «padres y educadores» y de «quienes están atentos al malestar de la gente que busca un modo de vida fuera del abismo«.

Con sede en Jerusalén, la secta Guer es una de las más influyentes, pese a que la mayoría de sus 200.000 adeptos europeos perecieron en el Holocausto nazi.

Hace unos días, el rabino Ovadia Yosef, líder espiritual del partido Shas sefardí (descendientes de la expulsión española), medió en el debate iniciado por los ultra-religiosos ashquenazíes (originarios del centro y este de Europa) con la propuesta de un internet «kosher«.

Se trata de un sistema que permitiría sólo el acceso a una serie de páginas de la Red aprobadas por un comité rabínico especial.


Todo bajo control

27, May, 2007

Según leo en BAQUÍA, Internet ha sido considerado hasta hace algún tiempo como un medio plural, libre, y en el que los usuarios podían manifestar sus opiniones sin pasar por el filtro de Gobiernos ni medios de comunicación de masas. Pero esa situación está ya más bien lejos de la realidad palpable de cada día, que nos muestra constantemente noticias de diferentes países en los que se controla la información que aparece en la Red.

Un nuevo estudio, realizado por varias prestigiosas universidades, ha desatado la controversia al poner nombre a todos aquellos países en los que se censuran los contenidos de Internet. Este informe señala directamente con el dedo a todos aquellos que han hecho de la Web algo suyo, un sistema libre de comunicación al que pretenden poner freno y organizar según sus puntos de vista y sus opiniones.

Los responsables del análisis han encontrado datos fiables que muestran una clara censura de los contenidos online en 25 países: Marruecos, Túnez, Libia, Sudán, Etiopía, Arabia Saudí, Bahrein, Emiratos Árabes, Omán, Yemen, Jordania, Siria, Azerbaiyán, Irán, Uzbekistán, Turkmenistán, Tayikistán, Pakistán, India, Myanmar, China, Corea del Sur, Tailandia, Vietnam y Singapur. Todos ellos han decidido unilateralmente que sus usuarios no deben acceder a diferentes informaciones o páginas, ya sea por motivos políticos, ideológicos, religiosos, etc…


25 países ejercen la censura en Internet

18, May, 2007

Según Patricia Fernández de Lis en EL PAÍS, un estudio de Harvard, Oxford, Cambridge y Toronto concluye que el control gubernamental de la Red está aumentando.

El mapa de la censura en Internet

El mapa de la censura en Internet– EL PAÍS (Fuente: OpenNet Initiative.)

Más de mil millones de personas usan cada día Internet para comunicarse y buscar información. Decenas de Gobiernos buscan, mientras, la manera de controlarles. Hoy se hace público un estudio de la prestigiosa organización OpenNet, integrada por las universidades de Oxford, Cambridge, Harvard y Toronto. En él se concluye que 25 países –entre ellos, Irán, China y Corea del Sur– ejercen la censura de webs con contenidos políticos o sociales peligrosos, e impiden el acceso a aplicaciones como YouTube o Google Maps. Además, sus métodos de censura están sofisticándose en muchos casos gracias a la colaboración de empresas occidentales.

«La censura en Internet está aumentando en escala, alcance y sofisticación en todo el mundo«, dice John Palfrey, profesor de Derecho en la Universidad de Harvard. Es la primera vez que OpenNet realiza este estudio, aunque lleva analizando la situación de la libertad de expresión en Internet desde 2003. En este informe se han analizado 200.000 observaciones (diez accesos) a miles de webs, alojadas en 120 proveedores de Internet (ISP).

Los 25 países que, según el estudio, ejercen censura en la Red no lo hacen de la misma manera, ni en la misma medida. Corea del Sur, por ejemplo, sólo impide el acceso a las informaciones relacionadas con Corea del Norte. Hay quien prefiere ejercer una censura puntual, como Turquía, que impidió el acceso temporal de sus ciudadanos a YouTube por un vídeo que «ofendía» la memoria del primer presidente de la República, Mustafá Kemal Ataturk. El informe no incluye Corea del Norte ni Cuba, no porque no se ejerza la censura sino porque los investigadores aseguran que no podrían garantizar la seguridad de sus fuentes en el país.

Los autores del informe han detectado tres tipos de censura. La más común es la política, ejercida para evitar la difusión de ideas por parte de partidos de la oposición, defensores de los derechos humanos o disidentes. El peor país para la censura política es Myanmar (antigua Birmania), seguido de China e Irán. El segundo tipo de censura es la social, que impide acceder a contenidos vinculados con derechos de grupos como mujeres y homosexuales. Irán, Omán y Arabia Saudí encabezan esta lista negra. Un tercer tipo de censura se relaciona con la «seguridad nacional«, es decir, se impide el acceso a webs y sitios de noticias de grupos insurgentes o terroristas. Myanmar, China e Irán repiten en los tres primeros puestos.

Aunque los autores del estudio se resisten a identificar al país del mundo que más ejerce la cibercensura, debido a las diferencias entre unas y otras prácticas, un vistazo a estas tres listas indica que es Irán. Según datos de Reporteros sin Fronteras (RsF), una veintena de bloggers han sido encarcelados en el país desde 2006 y se ha impedido el acceso a unas 10 millones de webs «inmorales». China, por su parte, ostenta el triste récord de tener mayor número de personas encarceladas por ciberdisidencia: 52, de un total de 68 en todo el mundo, según RsF.

«Internet es el mayor aliado de la libertad de expresión», explica Rafael Jiménez Claudín, secretario general de RsF. «Por eso, quienes no están interesados en que se ejerza utilizan una gran variedad de métodos para controlarla».

La técnica más común de censura es la imposición de leyes que prohíben el uso de determinados términos (en China, por ejemplo, «democracia» o «derechos humanos»). También se utilizan filtros en los servidores de los ISP. El más conocido es SmartFilter, fabricado por la compañía estadounidense Secure Computing. Tanto OpenNet como RsF denuncian la colaboración de las empresas occidentales en esta censura aunque, como dice Jiménez Claudín, «lo bueno de Internet es que, cuando se cierra una puerta, siempre hay alguien dispuesto a abrir otra».