Pep Sánchez de EL PAÍS, nos habla sobre el especialista en juegos Kevin Nave, que desarrolla entretenimientos para poner de los nervios a la gente –’Irritating games: cómo perder el tiempo en la oficina‘ recibe 70.000 visitas al día– Los juegos ponen a prueba la capacidad espacial de los que se arriesgan con estos infernales juegos.
Todo es aparentemente fácil… pero poco a poco se va complicando, pero con un cambio de las leyes físicas que sufre el desprevenido que cae en la página de Kevin Nave y sus juegos desesperantes.
El laberinto se empieza a difuminar, otro se mueve en el sentido de las agujas del reloj hasta hacerle perder el equilibrio al jugador; en el caso de la pelotita, sale una primera y una segunda raqueta, pero mientras con una se juega en el espacio horizontal, con la otra es en el vertical. El cerebro se parte en dos. Estos juegos son, también, otra versión para mantener la cabeza en forma.
La capacidad de desquiciar al personal con creaciones digitales es lo que ha llevado al francés Kevin Nave, de 28 años de edad, a crear juegos flash que acaban con la paciencia del más pintado. Se dedicó a estos tipos de juegos después de ser despedido de dos empresas.
Sus primeras producciones tienen ya tres años, pero la que ha acaparado la atención de media blogosfera ha sido Double Game. Se trata de un reto que bebe directamente del clásico Arkanoid, en el que una pala horizontal debe golpear a una pelotita para que no se pierda por la parte baja de la pantalla. Nave le añadió una segunda pala en la parte inferior y con una segunda bola. En este caso no hay que golpearla, sino que hay que mantenerla en equilibrio para que no se escape por uno de los extremos. La gracia está en que las dos palas se controlan simultáneamente, con lo que un movimiento lateral con el ratón para salvar la pelotita de arriba provoca que se desplace la bola inferior.
Según explica Nave, «estos juegos son como ejercicios para mí, para practicar con la programación flash. De hecho, es en lo que trabajo, aunque no sea haciendo juegos. En este caso quería probar la física aplicada a un objeto, la bola inferior, y se me ocurrió crear este juego tan difícil y al mismo tiempo tan tentador«.
Fue tal la difusión que le dio este título que tuvo que traducirlo al inglés para que los norteamericanos entendiesen las insultantes humillaciones que aparecen tras cada intento con lindezas del estilo: «¡caramba! ¡siete segundos! Un buen tiempo si tuvieses tres años«.
Los juegos, en realidad, eran sólo una forma de practicar con los lenguajes de programación como Php y Actionscript. Después de ocho meses trabajando en solitario en su casa, se atrevió a crear su propia empresa, Zanorg, de donde ahora cuelgan las obras de su cerebro perverso.
Su página, Irritating games, es una pesadilla para los empresarios ya que contiene 34 juegos para acabar con un ataque de nervios. Si no tenían bastante las empresas con que el 30% del tiempo que dedican sus trabajadores a Internet sea para tareas que nada tienen que ver con su actividad profesional, ahora, además, se pondrán de los nervios. Una de las primeras obras de Nave es el clásico Snake que viene de serie en muchos teléfonos móviles. La novedad está en que tras comerse la serpiente las primeras tres monedas el tablero empieza a rotar, con lo que se pierde la noción espacial y al querer girar a la izquierda se pulsa instintivamente la tecla incorrecta con la correspondiente frustración y puñetazo sobre el teclado.
En Doble pong, que como su nombre indica está inspirado en el padre de los videojuegos, un solo jugador toma el control de las dos palas situadas a cada extremo de la pantalla con la dificultad de que, en lugar de una pelota, hay dos. Literalmente hay que dividir el cerebro y la vista para controlarlo.
Otros juegos buscan irritar al pensar en lo mala persona que fue Nave cuando los inventó. El laberinto borroso no es especialmente difícil de superar si no fuera porque a medida que pasa el tiempo el laberinto en sí se va difuminando como si el jugador no fuera capaz de enfocar la vista, hasta que se llega al punto de que es imposible salir del mismo. ¿Imposible? Los usuarios del blog Kek de Nave aseguran que no, que se puede terminar.
Le preguntamos a Nave por qué le gusta enojar a la gente y dice divertido que es porque a la gente le gusta que le provoquen. «Me escriben diciéndome: ‘¡rayos, Kek!, este maldito juego es rematadamente difícil, pero no puedo dejar de usarlo hasta que no me lo termine’. Son también una alternativa a los clásicos títulos de plataformas o disparos que abundan por la Red«.
Algunos de los retos ponen de manifiesto la capacidad de cada persona para adaptarse a los cambios de hábitos, como por ejemplo invertir las direcciones del ratón. En Atrapa la Mariposa el movimiento va al revés, derecha es izquierda y viceversa. Para algunos es casi instintivo y le pillan el truco en segundos; otros parecen tener algo en el cerebro que les impide hacer el cambio de chip. De la misma forma, en cuanto desaparece el puntero del ratón, difícilmente se consigue atrapar al insecto, demostrando cuánto dependemos del sentido de la vista.
Nave está trabajando ahora en un proyecto en el que hay que hacer carreras usando la rueda del ratón -tiembla, departamento de informática-, y está encantado con la promoción que le ha supuesto hacer enfadar a tanta gente, ya que su primer libro sobre programación en flash se vende a muy buen ritmo.
Quizá el paso definitivo sea desarrollar una especie de sensor que analice nuestros niveles sanguíneos, de este modo ya el desarrollo físico por medio de estas aplicaciones llegaría a unos niveles inimaginables, pues podría el programa sugerirnos dietas para gimnasio en función de nuestro estado de salud o nuestros niveles. Incluso las rutinas nos las podría ajustar en función de la resistencia que por nuestros valores energéticos podríamos llegar a soportar para una sesión completa de gimnasio.
Escrito por Toni 
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